La XII Reunión Regional de Obispos y Agentes de Pastoral de Movilidad Humana de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe concluyó el 21 de agosto en la Escuela Social Juan XXIII, en La Unión de Cartago, reafirmando el firme compromiso de la Iglesia con las personas migrantes.
El encuentro permitió compartir experiencias, testimonios e investigaciones sobre la movilidad humana en la región, abordando tanto los desafíos como los ejemplos de resiliencia y esperanza que representan los migrantes.

Migrantes como testimonio de esperanza
Los obispos destacaron que los migrantes “no se dejan vencer” frente a las dificultades y políticas antimigratorias, y aseguraron que la Iglesia continuará acompañando a quienes están en tránsito, varados, en centros de detención, víctimas de trata o en proceso de deportación.
Gratitud a las comunidades que acogen
El pronunciamiento también incluyó un reconocimiento a las comunidades de origen, tránsito y destino que siguen acogiendo y protegiendo a los migrantes. Los obispos subrayaron: “Ustedes son la ternura de Dios”, animando a mantener la labor de acogida, protección, promoción e integración.
Reconocimiento a agentes y llamado a autoridades
La Iglesia valoró el trabajo de parroquias, diócesis, congregaciones y comunidades que apoyan directamente a los migrantes, y exhortó a las autoridades civiles a actuar con transparencia, justicia y respeto a los derechos humanos.
Esperanza y fe compartida
Finalmente, la causa migratoria fue puesta bajo el amparo de Nuestra Señora de Los Ángeles, patrona de Costa Rica, renovando el llamado a vivir el mandamiento del amor al prójimo como base de la convivencia social y eclesial.
El encuentro contó con la participación de cardenales, obispos, sacerdotes y laicos de las Conferencias Episcopales de la región, con el objetivo de fortalecer la pastoral de movilidad humana y la cooperación regional.
