El pasado martes 11 de febrero, en la fiesta de Nuestra Señora de Lourdes, se celebró en la Catedral el Jubileo de los Enfermos y sus cuidadores, un espacio de oración y fortaleza espiritual para quienes enfrentan la enfermedad y para quienes los acompañan en su camino.
La Santa Eucaristía fue presidida por el obispo diocesano, Monseñor Bartolomé Buigues Oller, quien, en su homilía, recordó el valor redentor del sufrimiento unido a Cristo:
“La esperanza para todos los enfermos la encontramos en la cruz de Cristo. Al unir nuestros dolores a Él, colaboramos en su redención y los convertimos en una ofrenda de amor”.
Durante la celebración, se administró el sacramento de la Unción de los Enfermos a los presentes, brindando consuelo y fortaleza a quienes lo recibieron.
Este jubileo, celebrado en el marco de la Jornada Mundial del Enfermo, fue una oportunidad para renovar la confianza en Dios y recordar que la comunidad cristiana está llamada a acompañar con amor y solidaridad a los enfermos y a quienes los cuidan.
