ACCIÓN PASTORAL

Referencias en el caminar pastoral actual

II Sínodo Diocesano año 2000

Como culminación de un proceso pastoral en la década de los 90, Mons. Barquero convoca el II Sínodo diocesano de la Diócesis de Alajuela el 31 de mayo del 1998, donde comienza una fase presinodal que desemboca en la celebración del sínodo del 13 al 20 de febrero del año 2000.

El II Sínodo estaba dividido en 19 comisiones, abarcando todos los aspectos que la pastoral debe cubrir: Esas comisiones redactaron un documento de trabajo elaborando las propuestas para ser votadas.  Participaron en el Sínodo 152 personas, varones y mujeres que votaron todas las propuestas sinodales. Enviado todo esto a Roma, se da el Nihil obstat, y se promulga el documento sinodal el 11 de junio, fiesta de Pentecostés, del año jubilar 2000, en el Polideportivo Monserrat (Alajuela).

La Asamblea Diocesana año 2013

En el año 2013, con Mons. Ángel a la cabeza, se realizó esta Asamblea con el objetivo de: Animar el quehacer de la Iglesia Diocesana de Alajuela desde la Palabra de Dios, la realidad social y a la luz del magisterio de la iglesia y en especial de la V Conferencia del episcopado latinoamericano en Aparecida para que, en un ambiente de comunión y de participación, se retomaran las prioridades pastorales diocesanas hacia un plan de pastoral de conjunto.

En ella se definieron seis prioridades muy concretas con sus propuestas, metas y proyectos en las que, como Diócesis, se quiere fortalecer la acción pastoral: Niveles de Iglesia, Familia, Pobres, Jóvenes, Vocaciones y Catequesis.

 

El proceso de Discernimiento Diocesano

Sin duda, el gran acontecimiento que ha marcado nuestro caminar en este tiempo ha sido la celebración del Centenario Diocesano el 16 de febrero del 2021. Desde la memoria agradecida a la actuación del Señor entre nosotros, nos hizo ver que, al inicio del segundo centenario y ante los notables cambios originados en el caminar de nuestra sociedad, junto con las iluminaciones recibidas de la Iglesia, requería una dinámica especial de discernimiento que nos permitiera escuchar al Señor y caminar en docilidad a su Espíritu, como Iglesia particular en estas tierras benditas.

 

En su I Carta Pastoral “Que todos sean uno para que el mundo crea”, Mons. Bartolomé constata que la pandemia por el covid 19 “ha sido una gran fuente de desafíos, un catalizador de aspectos críticos que ya existían, ha provocado rupturas y nos está llevando a un momento clave para tomar decisiones. Ojalá comprendamos el momento presente para una buena decisión: abandonar situaciones caducas y abrirnos a lo nuevo que emerge”. Y también: “Nos desafía el Espíritu en los signos de los tiempos que percibimos en nuestra realidad y en la apertura al diálogo sinodal. ¿Qué nos está pidiendo el Señor, como comunidad diocesana de Alajuela, al inicio del segundo centenario? Retomemos el relato de nuestro caminar eclesial con las iluminaciones que hemos percibido. Encontremos el pulso del Espíritu para favorecer, juntos, las dinámicas que puedan testimoniar y canalizar la vida nueva que el Señor desea generar. (Carta Pastoral 155, 156, 166, 251).

 

Gran iluminación para nuestro Discernimiento Diocesano han sido estos dos acontecimientos eclesiales: la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe convocada por el CELAM y el Sínodo: “Por una iglesia sinodal: comunión, participación y misión” convocado por el Papa Francisco. Acogemos la sensibilización y el cambio de mentalidad que va originando el carácter sinodal de nuestra Iglesia y la invitación fuerte del Papa Francisco a situarnos en estado de misión; y las Propuestas pastorales fruto del proceso realizado por la Asamblea Eclesial. Refleja bien, esto, la riqueza de la mutua iluminación entre el caminar de Iglesia universal y de nuestra Iglesia particular de Alajuela.

Del decreto de convocatoria se deduce el propósito:

 

Desarrollar un proceso de Discernimiento Diocesano, recorrido en sinodalidad, caminando juntos el pueblo de Dios en esta Diócesis, en la escucha del Espíritu, y dispuesto a la conversión personal, pastoral – misionera para descubrir y actuar lo que el Señor quiere de nosotros, ante los retos y desafíos del nuevo contexto sociocultural en el que nos encontramos.

 

Para preparar, impulsar y coordinar el proceso de Discernimiento Diocesano se constituyó un equipo, que emanaba del Consejo Diocesano para la Pastoral.

 

Se adoptó este lema general: “Transfórmense mediante la renovación de su mente, para distinguir la voluntad de Dios” (Rm 12,2). Aceptando la metodología de la planificación pastoral participativa, que ya nos había guiado en el II Sínodo Diocesano, se fijó el siguiente itinerario:

 

  • Se dedicó el año 2021 a la sensibilización en general, para la buena acogida del proceso de Discernimiento.
  • En el 2022 se trabajaron las etapas perceptiva y analítica. Enfocamos la percepción de nuestra realidad, a la par de la iluminación desde la Palabra de Dios y la doctrina de la Iglesia. Adoptamos el tema: “Signos de los tiempos”.
  • En el 2023 se vivió la etapa proyectiva con el tema “Comunión misionera” y el lema “Que todos sean uno para que el mundo crea” (Juan 17, 21). Lema que fue ya del II Sínodo Diocesano. Hacia final de año se situaron las Asambleas Parroquiales y la Asamblea Diocesana.

 

La Asamblea Diocesana 2023

El proceso de Discernimiento Diocesano ha culminado en la Asamblea Diocesana, precedida de las Asambleas Parroquiales. La Asamblea es una instancia de comunión y consulta para revisar nuestra vida eclesial y propiciar una renovación espiritual y una experiencia fuerte de sinodalidad que lleven a impulsar la dimensión pastoral y misionera de la Diócesis. Participan representantes de todo el pueblo de Dios en nuestra Diócesis: laicos, vida consagrada, presbíteros. 

 

Se ha fijado como objetivo de esta Asamblea: Generar un espacio sinodal en el que poder compartir la visión sobre el caminar de la Diócesis y culminar el proceso de Discernimiento Diocesano para orientar la acción pastoral diocesana. Y como actitud básica: “Escucharnos para unirnos en la escucha del Espíritu”.

 

La Síntesis de los Aportes de la Asamblea consta de 14 criterios-líneas de acción, que se desglosan en otros tantos puntos. Se ha continuado con la dinámica de devolución al pueblo de Dios de este resultado para enriquecerlo y se ha culminado el proceso con la elaboración del Plan Diocesano de Evangelización que guiará nuestra acción pastoral en los próximos cinco años.

 

 

PARA CONOCER MÁS…

Proceso pastoral década de los 90

Monseñor José Rafael Barquero da continuidad al proceso de recepción del Vaticano II en la diócesis. Impulsó un proceso diocesano de pastoral, que adquirió forma gracias al estudio de documentos que son el punto de referencia como: Evangelii Nuntiandi (1975), Puebla (1979) y Santo Domingo (1992).

Se acentúa la promoción y formación laical, la revitalización o nuevo despertar de la pastoral. Se generan misiones diocesanas. En 1985 se opta privilegiadamente por las comunidades eclesiales de base y es así que, con la colaboración de los padres redentoristas en 1989, se organiza una Gran Misión diocesana, parroquia por parroquia, cuya meta era constituir pequeñas comunidades.

En 1991 se inició el proceso de planificación pastoral participativa recorriendo las diferentes etapas: perceptivo, analítico y evaluativo de la realidad diocesana en sus diferentes ámbitos tanto pastorales como administrativos.

La Comisión Diocesana de Pastoral, con la asesoría externa de la Casa de la Juventud de Colombia, puso a caminar el proceso de planificación. El equipo visita las parroquias de la diócesis para escuchar sus inquietudes. Los participantes producían pensamiento desde la acción, expresaban lo que sentían, daban una mirada popular de la realidad y de la Iglesia, una Iglesia que estaba escuchando, dialogante, que convertía a los bautizados en actores y protagonistas. La reflexión generó nuevos movimientos en la diócesis y originó un cambio paradigmático de la acción eclesial: la evangelización de la periferia al centro.

II Sínodo Diocesano (2000)

El caminar pastoral impulsado por Mons. José Rafael Barquero en la década de los 90, iba a desembocar en una Asamblea pastoral diocesana, que ya se había anunciado. Sin embargo, el Obispo, conjuntamente con el consejo pastoral, el equipo de reflexión y quienes habían venido participando en el caminar diocesano, deciden la convocatoria de un sínodo. Mons. Barquero convoca el II Sínodo diocesano de la Diócesis de Alajuela el 31 de mayo del 1998 y nombra los participantes, por áreas de trabajo, entre quienes habían estado en el proceso diocesano de pastoral.

Se identifican tres etapas: catequética e informativa en 1998; presinodal con la escogencia de temáticas y realización de las sesiones presinodales para revisar los contenidos ante su presentación en las sesiones solemnes en 1999; celebración del sínodo con 19 sesiones sinodales del 13 al 20 de febrero del año 2000.

El II Sínodo estaba dividido en 19 comisiones, abarcando todos los aspectos que la pastoral debe cubrir: el Obispo, Niveles de iglesia, Familia, Jóvenes, Pobres, Vocaciones, Cultura-educación, Medios de comunicación social, Misiones, Catequesis, Grupos y movimientos apostólicos, Pastoral social, Pastoral litúrgica, Pastoral presbiteral, Vida consagrada e inserción pastoral diocesana, Laicos, Curia diocesana, Estructuras Diocesanas de servicio pastoral, Ecumenismo y diálogo interreligioso. Esas comisiones redactaron un documento de trabajo elaborando las propuestas para ser votadas. 

Participaron en el Sínodo 152 personas, varones y mujeres que votaron todas las propuestas sinodales. Asesoraba un equipo de consultores en derecho y eclesiología. Un Equipo de redacción dio forma final a las propuestas.

Cada capítulo contiene cuatro partes, la primera expone los desafíos o problemas detectados; la segunda es la iluminación de dichos desafíos, desde el dato revelado y el Magisterio Eclesiástico, la tercera contiene las respuestas a los problemas, como líneas pastorales y se agregan las disposiciones sinodales obligatorias en la diócesis.

Enviado todo esto a Roma, se da el Nihil obstat, y se promulga el documento sinodal el 11 de junio, fiesta de Pentecostés, del año jubilar 2000, en el Polideportivo Monserrat (Alajuela).

Todo se realizó en un ambiente de mucha comunión y alegría. Fue un momento realmente de Gracia para nuestra Diócesis.

 

La convocatoria y Motivaciones del Discernimiento Diocesano

 

Aunque la convocatoria oficial se realizó mediante un decreto el 16 de febrero del 2022, en realidad este proceso de discernimiento comenzó desde la misma fecha de nuestro centenario diocesano, un año antes, y se anunció su comienzo en mi pasada Carta Pastoral, en la festividad de Pentecostés del 2021: “Desde la alegría de ser ya una Diócesis centenaria, dando continuidad a esa corriente de agradecimiento al Señor, vamos a implicarnos en una dinámica de discernimiento para descubrir por dónde quiere Él guiarnos, qué quiere suscitar y favorecer en nosotros. Nos inspira el lema: “Transfórmense mediante la renovación de su mente, para distinguir la voluntad de Dios” (Cf. Rm 12,2).  

 

Las motivaciones están claras en las constataciones que realiza el decreto:

 

  1. “Que la celebración del Centenario Diocesano nos lanza al reto de responder a las necesidades de los nuevos tiempos con profundo significado de ser y sentirnos Iglesia convocada para vivir y anunciar el Evangelio.
  2. Que entre de los desafíos que podemos leer, como un signo de los tiempos, está el contexto de la presente pandemia; ésta nos ha introducido en una situación de crisis que nos cuestiona, ha provocado rupturas y nos está llevando a un momento clave para tomar las decisiones sobre el nuevo tipo de presencia por parte de la Iglesia, hacia un nuevo estilo de misión.
  3. Que en toda la Iglesia se está experimentando la llamada del Espíritu situándonos en la línea del discernimiento sinodal, concretizado ya en los esfuerzos a nivel latinoamericano, donde hemos vivido una Asamblea Eclesial, retomando el documento de Aparecida para seguir iluminando el caminar de la Iglesia en nuestro continente. A nivel Universal, el Papa Francisco nos ha convocado a un nuevo Sínodo en torno al tema: Por una Iglesia sinodal, participación, comunión y misión. Estamos ahora finalizando la fase diocesana.
  4. Que se constata ya, luego de un tiempo de sensibilización, una disposición positiva al discernimiento.”

 

Propósito. Equipo animador y Etapas del Discernimiento

 

También el Decreto de convocatoria expresa los siguientes propósitos:

 

  1. “Un proceso de Discernimiento Diocesano que favorezca la comunión y el desarrollo de la misión eclesial.
  2. Dar pasos en favor de una más plena sinodalidad, en los niveles de Iglesia, revisando los organismos diocesanos, vicariales y parroquiales para una participación más efectiva del pueblo de Dios.”

 

Otro aspecto que ha estado siempre presente en el Discernimiento Diocesano es que desemboque en la elaboración de un Plan Pastoral para nuestra Diócesis, como un paso concreto para hacer operativo su resultado, aun teniendo claro que su perspectiva va más allá del mismo Plan.

 

Para preparar, impulsar y coordinar el proceso de Discernimiento Diocesano se constituyó un equipo, que emanaba del Consejo Diocesano para la Pastoral. Estos eran los integrantes: Pbro. Carlos Céspedes, Vicario General; Pbro. Javier Morera como Vicario Episcopal en un primer momento y después el Pbro. Elímar Carvajal que asumió después esa misma responsabilidad diocesana; Pbro. Ronald Murillo Vicario diocesano para la catequesis; Pbro. Jonatan Rojas, Vicario diocesano para la animación mmisionera, el kerigma y animación comunitaria; Pbro. José Alfredo Quesada; Pbro. Enrique Cortés y mi persona.

 

Se optó, desde el principio, por adoptar la metodología de la planificación pastoral participativa, que ya nos había guiado en el II Sínodo Diocesano y en el que se han preparado algunos de nuestros hermanos sacerdotes.

 

Fijamos así las tareas del Equipo Diocesano para el Discernimiento:

 

  1. Proponer el cronograma del Proceso de Planificación Pastoral Participativa con sus etapas e interlocutores
  2. Adaptar los instrumentos de las distintas etapas del Proceso de Planificación Pastoral Participativa a la realidad diocesana.
  3. Proponer los espacios y mecanismos para la participación en el Camino de discernimiento diocesano.
  4. Elaborar guías para los espacios de escucha y aportes
  5. Hacer síntesis de los aportes de los distintos interlocutores

Comisión Diocesana para la Pastoral Social - Cáritas

Naturaleza: es el organismo diocesano responsable de la promoción de la Pastoral Social como prolongación de la acción de Cristo, la cual busca la liberación integral y la promoción del ser humano y del resto de la creación (cf. II SDA 741).

Misión:
a. Alentar el ejercicio de la caridad en los Niveles de Iglesia a favor de los más pobres y vulnerables (cf. EG 198; DA 391-398).
b. Potenciar y coordinar todo lo que de un modo estable y organizado se hace en el ámbito social y de promoción humana integral.
c. Establecer los debidos procesos de formación de agentes sobre la Doctrina Social de la Iglesia y otros temas en el campo social, en comunión con el Consejo Diocesano para la Pastoral, con el fin de realizar acciones conjuntas en favor de las personas más vulnerables (cf. II SDA 765).
d. Establecer criterios diocesanos comunes para la organización y el buen funcionamiento de los diferentes organismos diocesanos y parroquiales que sirven en el campo de la Pastoral Social - Cáritas.
e. Promover la reflexión y acciones de mayor compromiso en el campo ecológico, el cuidado de la casa común y el tratar de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral (cf. LS 13).
f. Motivar, en la diócesis y parroquias, el trabajo en redes que favorezca la coordinación y ayuda mutua entre Iglesia y otras instituciones de bien social, presentes en la comunidad, coordinando con Cáritas Nacional.
g. Establecer periódicamente espacios informativos sobre la labor social diocesana.
h. Discernir, a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia, e impulsar, junto al Vicario Episcopal respectivo, acciones que atiendan las situaciones sociopastorales presentes en la diócesis, con sus enfoques particulares.

Pastoral Litúrgica y Culto Divino

Comisión diocesana para la Pastoral litúrgica y el culto divino:

Objetivo general:
Orientar y acompañar la acción litúrgica y cultual en el caminar diocesano, propiciando espacios e insumos formativos y pastorales que hagan conciencia en la liturgia como “fuente y cumbre de la vida eclesial” (Cf. SC 10), encuentro con Dios y los hermanos.

Objetivos específicos:
A. Propiciar espacios de formación y preparación catequético-litúrgico diocesanos y parroquial (siguiendo un modelo común en cuanto al tiempo de duración), según la doctrina del Magisterio actual, para que, tanto los ministros ordenados, como los fieles laicos conozcan y tomen conciencia de su participación en el sacerdocio común y así puedan asumir el compromiso al que han sido llamados en la construcción del Reino, dentro de los diferentes dones y carismas. (Cf. II SDA 878-879,883,898-899,910, Cf. Asamblea Diocesana de Pastoral 2023)

B. Generar materiales y talleres de formación litúrgica para laicos (ministros, proclamadores, animadores del canto, monaguillos, etc.), para que estableciendo criterios comunes diocesanos, sobre la preparación, celebración y compromiso de los sacramentos, según los lineamientos del Magisterio, se posibilite la unidad en contenidos, metodología y duración, y se haga visible la pastoral de comunión. (Cf. II SDA 886, Cf. Asamblea Diocesana de Pastoral 2023).

C. Promover e impulsar en coordinación con los equipos parroquiales de Pastoral Litúrgica, procesos y talleres de formación catequético-litúrgico para los laicos en los diferentes ministerios. (Cf. II SDA 899,924-928, Cf. Asamblea Diocesana de Pastoral 2023).

D. Promover una sana creatividad e inculturación de la Liturgia en los niveles de Iglesia y áreas de pastoral, según las normas litúrgicas y la realidad socio-cultural, para que la misma no pierda su sentido y significado, llevando así a una mejor celebración y vivencia liberadora de la fe, superándose la dualidad liturgia-vida. (Cf. II SDA 882, Cf. Asamblea Diocesana de Pastoral 2023).

E. Valorar e incentivar espacios para el sacramento de la reconciliación que sean más accesibles a los fieles en las parroquias. (Cf. Asamblea Diocesana de Pastoral 2023)

F. Redescubrir y promover en los niveles de Iglesia el espíritu comunitario-festivo en las celebraciones litúrgicas, según el sentido bíblico-litúrgico de la fiesta, para que dichas celebraciones expresen la irrupción del Reino que nos alegra y compromete con el don de la vida, la cual compartimos en la realización de la fraternidad y la justicia (Cf. II SDA 887,904, Cf. Asamblea Diocesana de Pastoral 2023).

G. Promover y fortalecer la conciencia de una espiritualidad eucarística encarnada en nuestra diócesis, fomentando las horas santas, las visitas al Santísimo, capillas de adoración, favoreciendo con ello la apertura de los templos y de espacios de oración y común unión (Cf. II SDA 911, Cf. Asamblea Diocesana de Pastoral 2023).

H. Acompañar las diferentes expresiones de la piedad popular, para que estas mismas, alimentadas por la Palabra y el Magisterio de la Iglesia sean verdaderos encuentros y medios de evangelización (Cf. II SDA 895,921-922, Cf. Asamblea Diocesana de Pastoral 2023).

I. Acompañar las experiencias de la pastoral de la acogida en los templos, surgida en su mayoría desde la pandemia, viendo en esta una posibilidad de acercamiento y construcción de familiaridad eclesial en los participantes de las celebraciones litúrgicas (Cf. II SDA 926, Cf. Asamblea Diocesana de Pastoral 2023).

J. Concienciar a los presbíteros y demás agentes cualificados sobre la importancia que
tiene el mantenimiento y el rescate de imágenes, ornamentos, vasos sagrados, libros y edificios, de acuerdo con los actuales estatutos diocesanos, para proteger no sólo su valor material, sino artístico y cultural, y así se conserve adecuadamente el patrimonio eclesiástico (Cf. II SDA 892-893, 917-918, Cf. Asamblea Diocesana de Pastoral 2023).

K. Valorar y promover la importancia de la participación regular y presencial de la Eucaristía, especialmente en el Domingo como Pascua semanal, formando en los creyentes sobre el significado de los tiempos que conforman el Año Litúrgico, conforme a las enseñanzas del Magisterio, para que pueda ser conocido y vivido por el pueblo de Dios y así actualice y celebre el misterio de Cristo (Cf. II SDA 881,883,901, Cf. Asamblea Diocesana de Pastoral 2023).

L. Ofrecer desde la pastoral litúrgica en coordinación con peritos, asesoría y formación a los animadores de canto y música litúrgica (Cf. II SDA 890-891,915-916). Dentro de este ámbito actualmente desarrollamos los proyectos:
1. Formaciones para los animadores del canto litúrgico: mediante una comisión de laicos comprometidos y ministros ordenados, se desarrolla una formación con una duración dos años y doce sesiones, acerca de los fundamentos del acompañamiento el canto en las celebraciones litúrgicas desde los diferentes rituales propios de los sacramentos y sacramentales.
2. Coro Diocesano: conformado por laicos comprometidos de diferentes parroquias de nuestra diócesis, que con frecuencia se preparan y ensayan para animar las diferentes celebraciones litúrgicas importantes para la vida diocesana.
3. Aprobación de cantos litúrgicos para uso diocesano: mediante el estudio por parte de diferentes especialistas en canto y doctrina de fe, se trata de valorar la posibilidad de dar aprobación a cantos compuestos por autores autóctonos de nuestra diócesis, para el uso de estos en las celebraciones litúrgicas.

Comisión Diocesana para la Acción misionera, Kerigma y Animación Comunitaria
Equipo Misionero Diocesano
Es un equipo para trabajar conjuntamente el campo kerigmático, misionero, el de animación comunitaria que incluye las Comunidades Eclesiales de Base (CEBs) y el acompañamiento a los grupos y movimientos eclesiales y nuevas comunidades eclesiales.
Funciones:
• Mantener procesos de reflexión, estudio y discernimiento de la acción evangelizadora en la dimensión kerigmática y misionera.

• Brindar el acompañamiento a:
o Equipo Diocesano Misionero.
o Obras Misionales Pontificias.
o Equipo Diocesano de Animación Comunitaria.
o Representantes de Grupos, Movimientos y nuevas Comunidades Eclesiales.

• Impulsar las Obras Misionales Pontificias.
o Propagación de la Fe. Colaboración en la oración y económico a las misiones.
o Infancia Misionera. Experiencia misionera de los niños.
o San Pedro Apóstol. Formación de las vocaciones nativas.
o Unión Misional. Formación de agentes de pastoral.

Nos proponemos:
Impulsar la acción evangelizadora, desde la centralidad de la Palabra de Dios, para el anuncio, propuesta y acompañamiento de la fe, propiciando el encuentro con Cristo y su seguimiento.
Para ello asumiremos las siguientes acciones:
• Tener un proceso de reflexión de la Dimensión kerigmática y misionera, de la Asamblea sinodal latinoamericana, a partir de lo cual ir mirando los pasos a dar a nivel diocesano.
• Realizar un proyecto de proceso kerigmático diocesano, a partir de las experiencias pastorales y el Magisterio.
• Reflexionar sobre el proyecto misionero diocesano, que incluye Mes de las Misiones y formación de misioneros.
• Impulsar las Obras Misionales Pontificias a través de la Pastoral Litúrgica, Juvenil, Catequesis y el Domund.

Animación comunitaria
Es el equipo responsable de la animación de la vida comunitaria en los Niveles de Iglesia, con un énfasis en las Comunidades Eclesiales de Base.
Funciones:
• Impulsar el proceso diocesano de las Comunidades Eclesiales de Base.
• Formación a los Consejos Pastorales Parroquiales y Equipos de Pastoral.

Nos proponemos:
• Implementar el proyecto de formación parroquial de animadores de Cebs, desde las cuatro dimensiones de Aparecida. Un programa de cuatro años.
• Diseñar y ejecutar un proyecto de formación de líderes para animadores de Cebs, que también puede ser para los consejos pastorales parroquiales, con el fin de ir trabajando en el empoderamiento de laicos. Son cuatro módulos de formación y capacitación.
• Reflexionar sobre el itinerario para las Cebs, orientado en la línea del Itinerario de Iniciación Cristiana catecumenal.
• Realizar la Semana de la Solidaridad. Proyecto de una acción solidaria en cada Cebs.
• Celebrar el Mes de las Cebs, en comunión con el caminar diocesano diocesano: “Dejen que el Espíritu les renueve los pensamientos y las actitudes” Efesios 4, 23
• Celebrar el Mes de la Biblia, en su cuarto año con el estudio de las Cartas Paulinas.

Animación de Grupos, Movimientos y nuevas Comunidades Eclesiales.
Se convoca a representantes de estas experiencias de fe para darles acompañamiento y fortalecer la comunión con el caminar diocesano valorando sus carismas propios.
Funciones:
• Mantener espacios de diálogo sobre sus realidades y la diócesis.
• Brindar acompañamiento sacerdotal especialmente en celebraciones eucarísticas y de la reconciliación.
• Establecer espacios de oración y formación en conjunto.
• Canalizar mecanismos de comunión parroquial.

Nos proponemos:
• Crear un plan de acompañamiento a partir del II SDA.
• Tener un encuentro de reflexión de la Síntesis de la Asamblea diocesana.
• Contar con espacios de oración y formación.
• Establecer estrategias de trabajo en común entre la parroquia y el grupo, movimiento o comunidad eclesial.

Para comunicarse con nosotros:
Correo: KerigmaymisionAlajuela@gmail.com
Correo: cebsdiocesisdealajuela@gmail.com
Facebook: cebsdiocesisalajuela
CEB's Diocesis Alajuela (You Tube)

Comisión Diocesana para la Catequesis

Naturaleza: es el organismo que desarrolla, en todos los Niveles de Iglesia, procesos catequéticos, según la lógica de la iniciación cristiana, en sintonía con el caminar diocesano y con los retos, necesidades y desafíos de nuestro contexto sociocultural.

Misión:
a. Promover, coordinar y acompañar los diferentes procesos catequéticos y proveer los medios necesarios que favorezcan el desarrollo de los mismos.
b. Desarrollar procesos kerigmáticos y vocacionales en miras a poder contar con suficientes servidores para la catequesis (cf. II SDA 624).
c. Establecer y desarrollar procesos de formación integral, sistemática y progresiva para la animación de los catequistas, formadores de catequistas y padres de familia (cf. II SDA 631-635).
d. Consolidar, a nivel diocesano y parroquial, los debidos organismos que animen y promuevan el proceso catequético (cf. II SDA 626).
e. Definir acciones concretas que permitan hacer el enlace entre catequesis de Confirmación y Pastoral Juvenil (cf. II SDA 630).
f. Estimular y orientar la catequesis de adultos en momentos sensibles para los fieles, donde pueda ser mejor aceptada.
g. Definir y desarrollar, junto con el Vicario Episcopal para la Acción misionera, Kerigma y Animación comunitaria y su respectiva comisión, un proceso diocesano de iniciación y profundización de la fe.
h. Promover y encaminar la animación bíblica porque la Palabra de Dios es fundamento del proceso evangelizador y ha de ser escuchada, meditada, vivida, celebrada y testimoniada (cf. EG 174-175).
i. Garantizar los espacios formativos y la implementación de protocolos necesarios para crear ambientes seguros, en coordinación con la Comisión Diocesana para la prevención de abusos a menores de edad y adultos vulnerables.
j. Incursionar en las nuevas tecnologías de información y comunicación para tener acceso a los procesos formativos.
k. Promover la cultura vocacional.

Comisión Diocesana para la Pastoral de Juventudes

Naturaleza: es el organismo de servicio diocesano que anima y acompaña los procesos evangelizadores de maduración en la fe en el mundo juvenil, en sus diferentes etapas: adolescentes, jóvenes y adultos jóvenes.

Misión:
a. Renovar, de manera eficaz y realista, la opción preferencial por los adolescentes y jóvenes (cf. DA 446a).
b. Estar atentos a los cambios sociales y culturales para ofrecer hoy, de forma asertiva, las respuestas a las inquietudes de los adolescentes y los jóvenes (cf. CV 202).
c. Propiciar espacios de encuentro con Jesucristo vivo y su seguimiento en la Iglesia, para su realización personal, la formación de su personalidad y de su opción de fe (cf. DA 446c).
d. Promover procesos integrales de educación y maduración en la fe, desde la profundización del kerigma, el crecimiento en el amor fraterno, en la vida comunitaria y en el compromiso misionero (cf. CV 209-213; DA 446 d).
e. Acompañar las diferentes experiencias de evangelización juvenil para la debida integración y presencia en un accionar de pastoral de conjunto.
f. Reflexionar y tener siempre presente la naturaleza y la finalidad de los organismos nacionales, diocesanos, vicariales y parroquiales de la pastoral juvenil.
g. Proponer, a los adolescentes y jóvenes, la opción vocacional y ofrecerles procesos de acompañamiento para favorecer su discernimiento, con la colaboración de los responsables diocesanos de animación vocacional.
h. Fomentar en todo, la cultura vocacional.
i. Incursionar en las nuevas tecnologías de información y comunicación para tener acceso a los procesos formativos.

Comisión Diocesana para la Pastoral de Familia y Vida.

Naturaleza:
Es el organismo diocesano que promueve, en los Niveles de Iglesia, el anuncio del Evangelio de la vida y de la familia, para responder a las expectativas más profundas de la persona humana, desde su concepción hasta su muerte natural, y además, acompañar a las familias en la superación de las dificultades para alentar su esperanza en el camino (cf. AL 200-201).

Misión:
a. Promover acciones en defensa del derecho a la vida de todo ser humano, desde su concepción hasta su desenlace natural (cf. II SDA 156).

b. Generar espacios de estudio de las diferentes legislaciones relacionadas con el valor y la dignidad de la vida humana (cf. II SDA 157).

c. Formar a presbíteros, diáconos, consagrados, catequistas, seminaristas y agentes laicos para los diferentes servicios de la pastoral familiar, con ayuda de psicopedagogos, médicos de familia y comunitarios, asistentes sociales, abogados de minoridad y familia (cf. AL 202-204).

d. Promover acciones para manifestar la belleza de las familias y acompañarlas en sus distintas realidades.

e. Elaborar criterios diocesanos comunes para favorecer la integración de las diversas acciones de agentes de pastoral familiar, grupos familiares y así, evitar procesos dispersos
(cf. II SDA 163-164).

f. Crear y consolidar los organismos de la pastoral familiar a nivel diocesano y en cada una de las parroquias (cf. II SDA 169).

g. Fomentar la cultura vocacional

La Pastoral Educativa es una acción eclesial de acompañamiento del ámbito educativo y cultural de la sociedad; como tal es una acción organizada y planeada que busca sembrar los valores del Reino en dicho ámbito. Contribuye a la construcción de una sociedad fraterna y solidaria, exaltando los más altos valores de la persona.

Concretamente, en Costa Rica tiene una incidencia especial en la educación pública gracias al Convenio Marco de Cooperación entre el Ministerio de educación Pública y la Conferencia Episcopal de Costa Rica en el que ambas partes establecen que ella es indiscutible fundamento del sistema educativo costarricense y mira a la persona y su dignidad, como el fin primordial.

Comisión Diocesana para la Pastoral de Cultura y Educación

Naturaleza: es el organismo diocesano que colabora en la promoción de la evangelización en el ámbito educativo y de la cultura para favorecer la inculturación de la fe.

Misión:
a. Diseñar y desarrollar la Pastoral de Cultura y Educación acorde a la realidad, según las orientaciones diocesanas y en coordinación con los Vicarios Foráneos y curas párrocos respectivos.
b. Promover encuentros de estudio con los diferentes agentes responsables de la tarea educativa, para que, conociendo las orientaciones del magisterio eclesial en este campo, asuman acciones conjuntas que mejoren la calidad del sistema educativo (cf. II SDA 471).
c. Desarrollar acciones evangelizadoras en el mundo de la educación formal, no formal e informal, con especial atención en la educación religiosa institucional, en coordinación con el Ministerio de Educación Pública, a fin de ofrecer a los educadores y educandos un acompañamiento en su vida de fe (cf. II SDA 470).
d. Promover una cultura educativa, mediante la inserción en los problemas del tiempo en que se desarrolla la vida de las personas, y con ello, no solo presentar un saber por adquirir, sino también valores por asimilar y verdades por descubrir (cf. DA 329).
e. Generar, en los Niveles de Iglesia y dimensiones de la pastoral, la reflexión y el análisis de las realidades culturales de nuestras comunidades que permitan ofrecer las acciones pastorales que correspondan (cf. II SDA 463; 465).
f. Promover la cultura vocacional.

OBJETIVOS

Objetivo general:
Acompañar las acciones educativas y culturales en nuestra Diócesis, para propiciar una educación humanista y de calidad, desde lo integral del mensaje cristiano, reafirmando el valor de cada persona y su dignidad.

Objetivos específicos:
a) Promover, desde los valores cristianos, tradiciones y expresiones culturales y religiosas, de nuestras comunidades, que fomenten el sentido de identidad y pertenencia.
b) Fomentar el diálogo entre la fe cristiana y la cultura contemporánea, para promover la relación de la Iglesia Diocesana con las diversas instituciones científicas, culturales y artísticas presentes en la misma.
c) Acompañar diferentes espacios de reflexión y formación, tanto humano, como litúrgicos, en las instituciones educativas de nuestras parroquias.
d) Promocionar y acompañar la pastoral universitaria y los grupos de los profesionales católicos.
e) Incursionar en las nuevas tecnologías de información y comunicación para tener acceso a los procesos formativos.
f) Gestionar espacios que fomenten la construcción de una cultura de paz y ambientes sanos en las instituciones educativas y comunidades de nuestra Diócesis.

El II Congreso Latinoamericano de Vocaciones de Cartago (2011) define a la Pastoral Vocacional como: la acción constante y coordinada de la comunidad eclesial a fin de que cada uno de sus miembros reconozca la llamada que Dios le hace y a la que ha de responder con generosidad (79); y subraya la urgencia de concientizar la importancia y urgencia de crear en la Iglesia una cultura vocacional, que es definida por el mismo como un eje fundamental de la pastoral vocacional, pues la determina no sólo desde el punto de vista cristiano sino también antropológico… si no construimos sobre esa cultura vocacional le faltarán raíces y, por eso, no producirá frutos de verdad y de vida (52)

Comisión Diocesana para la animación vocacional

Naturaleza: es el organismo diocesano que promueve procesos de orientación, acompañamiento y discernimiento en aquellos jóvenes que se sienten llamados a la vida sacerdotal.

Misión:
a. Promover las vocaciones a la vida sacerdotal en las parroquias, grupos de oración y de acompañamiento.
b. Ofrecer espacios de discernimiento y orientación vocacional en el ámbito juvenil, en coordinación con el Vicario Episcopal y la Comisión Diocesana para la Pastoral Juvenil.
c. Procurar medios e instrumentos para la reflexión y la promoción a la vocación sacerdotal.
d. Asegurar la idoneidad de los procesos de discernimiento y acompañamiento, con miras a posibles vocaciones a la vida sacerdotal.
e. Actualizar permanentemente los procesos, encuentros, instrumentos para el acompañamiento y discernimiento vocacional, siempre teniendo en cuenta las cambiantes realidades juveniles y lo dispuesto en los documentos magisteriales para este campo.
f. Trabajar en unidad con el Vicario Episcopal para el clero y el responsable diocesano para los seminaristas.
g. Velar para que la pastoral sacerdotal, la animación vocacional y la formación en el seminario trabajen en forma integral y constituyan un solo arco formativo permanente.
h. Incentivar la celebración parroquial de la Semana o Jornada Vocacional como espacio que permita la promoción de las diversas vocaciones y ministerios necesarios en la comunidad.
i. Promover la cultura vocacional.